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Comisión del IIB para los Centenarios de Independencia y Revolución
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Nacionalismo musical

  • silvestre revueltas002. Silvestre Revueltas nació en Durango en 1899 y murió en la ciudad de México en 1940. Fue compositor, violinista y director de orquesta. Empezó a componer a principios de la década de 1930. En 1937 viajó a España y participó de manera activa en la guerra civil, a favor del bando republicano. Su producción musical fue protagonista de un delirio creativo ineluctablemente mexicano. Compuso música para películas, poemas sinfónicos, música de cámara y obras para canto.
  • ManuelMPonce003. Manuel M. Ponce nació en Fresnillo, Zacatecas en 1882 y murió en la ciudad de México en 1948. Desde niño fue considerado un fenómeno musical. Recibió clases de piano y solfeo durante su infancia, y posteriormente ingresó al Conservatorio Nacional de Música. En 1904 viajó a Italia para estudiar música en el Liceo de Bolonia, y después hizo lo propio en Alemania. Por su valiosa actividad a favor de la música mexicana se ganó el título de “Creador de la Canción Mexicana Moderna”. Ponce fue el último bastión de lo mexicano como refinamiento y sentimiento.
  • 6revimg004. Chávez, Carlos (1899-1978) 10 Preludes for the Piano. New York/London, G. Schirmer, 1940, 64 p. Lo que fue sobriedad buscada por el compositor en sus primeras obras de juventud, en los Preludios para piano se convirtió en expresividad absolutamente despojada de todo lo superfluo. En el quinto preludio se encontrará el estudioso con un motivo indígena desarrollado a dos voces. Hacia su madurez intelectual Carlos Chávez abandonó poco a poco el periodo de invención y formación de un lenguaje musical nacionalista, para en cambio explorar nuevas posibilidades sonoras; su producción fue entonces más segura, más organizada y menos ingenua en su intención.
  • 6revimg003. Chávez, Carlos (1899-1978) La casada infiel para canto y piano. México, Ediciones Mexicanas de Música, A. C., 1941, 12 p. FBNM El arte de Chávez apuntó hacia una experiencia estética unitaria, un arte total y múltiple que unificó movimiento, expresión visual y sonido. Su obra no sólo imprimió otra dirección a la música nacional sino que señaló, además, un cambio cualitativo en los elementos menos “civilizados y cultos” de las culturas populares. El mexicanismo triunfante, celebratorio y positivo se refleja en esta obra, congruente con lo manifestado en sus escritos de la época revolucionaria: “La Revolución Mexicana ha colocado las bases de una nueva conciencia nacional en el arte”. Chávez, a través de sus composiciones, defendió belicosamente la idea del populismo sonoro y la música mexicana por antonomasia.
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  • 6revimg009. Chávez, Carlos (1899-1978) Llamadas, Sinfonía Proletaria, con 17 reproducciones de los frescos de Diego Rivera sobre el Corrido de la Revolución. México, Secretaría de Educación Pública, 1934, 39 p. Al igual que Ponce y Revueltas, Carlos Chávez también sintió inclinación por los temas nacionales, y como uno de los músicos mexicanos más representativos de este género, Chávez eligió, dentro de un amplio margen de posibilidades estilísticas, únicamente lo que aseguró la expresión de su talento, el crecimiento de su propio oficio y lo que le permitió esbozar los contenidos de un nuevo arte nacional. Gran parte de su obra está plagada de melodías pentatónicas o modales, polirritmias, movimientos paralelos de las voces, motivos repetitivos y un generoso uso de percusiones o instrumentos indígenas como teponaxtles, sonajas, tlapanhuehuetls y jícaras de agua.
  • CarlosChavez001. Carlos Chávez nació en la ciudad de México en 1899 y murió en la misma ciudad en 1978. Fue compositor, director de orquesta, funcionario público, educador y político. Con Chávez se consolidó definitivamente el movimiento musical nacionalista. Entre sus profesores tuvo a Manuel M. Ponce en el piano. En 1928 fue nombrado director del Conservatorio Nacional, en donde formó a varias generaciones de compositores, entre quienes destaca Eduardo Mata. Compuso música sinfónica, para ballet y piano.
  • 6revimg001. Revueltas, Silvestre (1899-1940) Dos canciones para canto y piano. México, Ediciones Mexicanas de Música, A. C., 2008, 10 p. La obra de Silvestre Revueltas es brillante y profundamente reflexiva. Los estudiosos de su producción musical la consideran como producto de un músico instintivo y vital, del que surgía partitura tras partitura, inevitablemente mexicanista. Su música es una feria de pueblo, con sus cacahuates en pirámides, junto a las naranjas, las jícamas terrestres y jugosas y las cañas de azúcar, con sabor a “estrella líquida y tierra inocene”. Su obra fue más allá de los imperativos de la escuela mexicana de composición y, al superar sus postulados y limitaciones, señaló el camino hacia una sintaxis más moderna en la música mexicana.
  • 6revimg005. Revueltas, Silvestre (1899-1940) Sensemayá. New York, G. Schirmer, Inc., 1949, 49 p. Un factor importante en la definición mexicanista en la obra de Silvestre Revueltas es el ritmo. Sensemayá, una de las obras maestras de Revueltas es, sin duda, el ejemplo más importante de una construcción musical polarizada, concebida como un avance hacia un cenro climático donde convergen las dinámicas, los timbres y los tejidos temáticos. La partitura se resume como una sucesión de impulsos sonoros llevados por la incontenible vitalidad rítmica, la energía de los motivos y la densidad progresiva de la instrumentación.
  • 6revimg012. Ponce, Manuel M. (1882-1948) Intermezzo. México, Repertorio Wagner, S. A., [s. a.], 2 p. La música de Ponce no se alteró durante el curso de la Revolución; su concepto de un arte sonoro “mexicano” no sufrió transformaciones perceptibles con la adopción de las posturas político-sociales, las cuales sí influyeron directamente en la generación de compositores que le sucedió. Su producción permaneció imperturbablemente romántica y expresiva frente a los hechos políticos, las proclamas y las consignas. Como reconocido pianista, Manuel M. Ponce incursionó con cautela en las nuevas técnicas, temeroso de romper los sensibles hábitos de composición de los que dependía profundamente. La presente obra, al igual que otras escritas para piano, tiene otro sello, uno más cosmopolita.
  • 6revimg008. Ponce, Manuel M. (1882-1948) 1ª. Rapsodia Mexicana para piano solo. México, Repertorio Wagner, S. A., [s. a.], 15 p. Esta obra demuestra un avance formal y una posición más activa del compositor frente a los temas populares. Con mayor dominio —aquí reflejado— de la técnica composicional, el autor comprendió que la efectiva construcción de una pieza no dependía tanto de la procedencia de los temas, sino de su habilidad como compositor para presentarlos dentro de ella. Sus relaciones con las fuentes populares fueron de carácter íntimo, instintivo, provinciano; destacó y rescató de los lenguajes populares únicamente lo que coincidió con el flujo interno de su música.
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  • 6revimg006. Ponce, Manuel M. (1882-1948) La Barca del Marino y Marchita el Alma, dos canciones mexicanas. México, Repertorio Wagner, S. A., [s. a.], 4 p. Algunas de las más bellas canciones de Ponce datan de la última década del porfiriato, entre ellas sobresalen Marchita el alma y La Barca del Marino. Respecto a estas canciones populares Manuel M. Ponce escribía que: “eran profundamente tristes como la llanura desolada al morir la tarde, como el alma del campesino desventurado y polvoriento que regresa de su labor sintiendo toda la melancolía de la vida y el peso de una existencia inútil”. Propugnando una especie de redención culta de las melodías, el músico nos remite constantemente a “aquellos oprimidos” que eran, a pesar de todo, los productores de la auténtica música mexicana.
  • 6revimg011. Ponce, Manuel M. (1882-1948) Estrellita y Serenata Mexicana, dos canciones mexicanas. México, Repertorio Wagner, S. A., [s. a.], 6 p. La canción romántica mexicana, que nació en el siglo XIX, ejerció una gran influencia en Manuel M. Ponce, la canción mexicana fue el origen de su nacionalismo musical. Sus composiciones en este género tuvieron como base las fuentes populares, sus estilizaciones estuvieron marcadas por acontecimientos públicos como las ferias, los cantos del pueblo que se escuchaban en los “gallos” y en las partidas de juego de las fiestas de pueblecitos y ranchos. Esos mismos cantos, trasladados al papel pautado, le sirvieron para realizar armonizaciones especiales con objeto de producir sus canciones. Estrellita no está considerada propiamente como una canción de amor, sino como una “nostalgia viva” por la juventud que comienza a perderse; fue compuesta por Ponce en 1912, a bordo de un tren rumbo a Aguascalientes.
  • img1. Nacionalismo musical Las transformaciones estilísticas y temáticas que caracterizaron la música mexicana del siglo XX fueron el resultado de los cambios sociales y políticos que se manifestaron con particular fuerza en los años posteriores al inicio de la Revolución. El surgimiento de nuevas formas y estilos sonoros estuvo profundamente relacionado con el movimiento extraordinariamente dinámico que experimentó la cultura mexicana a partir de 1910. La primera generación de músicos abiertamente mexicanistas estuvo conformada por compositores de la talla de Manuel María Ponce, José Rolón, Carlos Chávez, Silvestre Revueltas y Candelario Huízar, entre otros. Su íntima relación con el material indígena y folklórico, su redefinición de lo mexicano en términos musicales y su participación en la creación de un arte nacional los sitúa en la perspectiva histórica no sólo como precursores del movimiento nacionalista en la música, sino como parte imprescindible de la Escuela Mexicana de Composición. Como todos los nacionalismos, el mexicano se inició como una búsqueda de identidad sonora dentro de tres perspectivas: la moderna, la primitiva y la popular. Las expectativas creadas por la Revolución Mexicana respecto a la revaloración del arte indígena o prehispánico, el fermento de la nueva creación plástica nacional y la inclinación estatal hacia la socialización de la cultura y la educación permitieron el desarrollo global de un lenguaje nacionalista en la música del siglo XX. Al comenzar el siglo, los compositores mexicanos tuvieron ante sí una gama de posibles identidades y estilos, para buscar una expresión propia. Dentro de ellos destacó Manuel María Ponce quien, congruente con su formación estética, prefirió la veta melódica mestiza; utilizó ocasionalmente elementos indígenas y rehuyó enfáticamente lo que consideró populachero o vulgar. Prefirió incorporar la materia de origen popular a su música para civilizarla y transformarla en gran arte. Por el contrario, Carlos Chávez quiso apropiarse de las cualidades profundas y meditativas, al igual que de la pureza y el vigor de la raza indígena. El movimiento por él iniciado en los terrenos de la creación, enseñanza y difusión musical fue nacionalista y populista por definición, pero también constituyó la voluntariosa búsqueda de una síntesis mexicana y contemporánea a la vez. El movimiento nacionalista significó para muchos críticos la incorporación definitiva de la música nacional a la corriente de la Historia Universal.
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Actualización: año 2023
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